domingo, 21 de abril de 2013

CON FIRMA. La aplicación de la jornada de 37,5 horas en Atención Primaria, por Ana Giménez

Dra. Ana Giménez.
La aplicación de la jornada de 37,5 horas para el personal público en el ámbito de la sanidad está teniendo efectos perversos, pues no busca que el funcionario –en este caso sanitario- trabaje durante más tiempo, y en consecuencia aumentar su eficiencia, sino disminuirle sus retribuciones.










Con la misma Justificación, la Atención Primaria madrileña, ha sufrido tres recortes consecutivos: 

  • Una reducción de entre el 40 y el 50% de la bolsa de suplentes y repartos. En el año 2012, la partida presupuestaria de los Centros de Salud destinada inicialmente a retribuir la atención a los pacientes en el caso de ausencia de un compañero médico sin suplente (los famosos “repartos”), disminuyó en la cantidad correspondiente al incremento de jornada. Además la bolsa clásica de suplentes también disminuyó como consecuencia del incremento de jornada para el resto de las categorías (que no tenían repartos con los que compensar el incremento de jornada). 


  • La desaparición de los “repartos”. Posteriormente, en el mes de Julio de 2012, la Consejería de Sanidad anula el concepto retributivo de los repartos en su totalidad. Para algunos profesionales que soportan habitualmente el tener que asumir las consultas de los compañeros porque no tienen o no se les pone suplente, esto ha supuesto una importante pérdida económica, en ocasiones superior al 8% de las retribuciones


  • Reducción de la bolsa de suplencias. Para el año 2013, la Consejería de Sanidad aplica un nuevo recorte a la ya maltrecha bolsa de suplencias con la justificación de la jornada de 37,5 horas, y vuelve a detraer de ella todo el incremento de jornada ; con ello, los equipos se encuentran que su presupuesto para suplencias (que oscila entre el 15 y el 40% de la bolsa de suplentes del 2011) se agotará, en la mayor parte de los casos, antes del verano, justamente cuando más necesarios van a ser los suplentes: para las vacaciones anuales reglamentarias. 


  • Reducción del número de profesionales. A esta falta de suplentes, los profesionales se encuentran con el problema añadido de que NO SE CONTRATAN NUEVOS MÉDICOS PARA SUSTITUIR A AQUELLOS QUE SE ESTÁN JUBILANDO (tanto de forma voluntaria como obligatoria): un porcentaje importante de las plazas los médicos que se están jubilando se está amortizando, y los pacientes de dichas consultas están siendo repartidos entre las consultas de los médicos restantes.

Es imposible no darse cuenta que esta disminución tan seria en el número de efectivos de la Atención primaria va a tener una seria repercusión en la calidad de la asistencia prestada y por tanto, y de forma inmediata, en la salud de los pacientes: es imposible atender igual a 40 pacientes que a 50 o a 60. No se tiene ni tiempo ni capacidad física para hacer lo mismo. 

En la Atención Primaria, nuestra principal herramienta de gestión es el tiempo: el tiempo que dedicamos a los pacientes influye directamente en el contenido de las consultas. Se ha demostrado que el tiempo dedicado a la asistencia influye en el contenido de prevención y promoción de la salud de las consultas. Incluso ha habido movimientos profesionales como la Plataforma 10 minutos que se han movilizado y manifestado por una Atención Primaria de Calidad, reclamando fundamentalmente eso: tiempo. 

Una vez más hay que darle un toque de Atención a la Consejería de Sanidad, y a su gerente, el máximo responsable de la Atención Primaria de Madrid, que participa sin inmutarse en este ataque frontal sin precedentes que se está realizando contra la Sanidad Madrileña en general y contra la línea de flotación de la Atención Primaria, la niña bonita de la que tanto presumen en las encuestas de satisfacción y a la que tanto maltratan a la primera ocasión.

Ana Giménez
Responsable de ATENCIÓN PRIMARIA en el Comité Ejecutivo de AMYTS