sábado, 18 de mayo de 2013

ACTUALIDAD. La huelga del 16 de mayo, una caja de resonancia contra la privatización

El 16 de mayo se desarrolló una nueva la jornada de huelga en la Sanidad madrileña convocada por los sindicatos sanitarios AMYTS, AFEM, SATSE, FESITESS MADRID, SIME, CGT y AME, para exigir la retirada del “Plan de medidas de garantía de la sostenibilidad del sistema sanitario público”. El seguimiento entre los médicos fue de un 63%, con una media algo inferior para el resto de las categorias en donde osciló entre el 50 y el 60%.






La Consejería de Sanidad, en su intento por minusvalorar la protesta cifró el seguimiento de la huelga en un 3,7% de la plantilla. En declaraciones a ACTA SANITARIA, Pablo Martínez, portavoz de AMYTS advirtió que el sindicato no quiere entrar en una guerra de cifras ni perjudicar a los usuarios y que su única pretensión es que "sirva de caja de resonancia de lo que está pasando con una privatización que no cuenta con el respaldo de la población". Y como prueba, también se refirió al casi millón de votos obtenidos en la consulta popular. Pablo Martínez reiteró que la externalización no supone un ahorro y que la crisis no es más que una excusa para destruir el sistema público y trajo a colación las recientes declaraciones de la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que dijo que había que adelgazar el Estado y privatizar todo lo privatizable. En cuanto a la disparidad de las cifras, el portavoz del sindicato médico aseguró que "las manejadas por la Consejería no tienen concordancia con la realidad, ya que en la huelga del 7 de mayo había situado la participación en un 5,6 y, en días posteriores, aseguró que se habían suspendido 260 intervenciones quirúrgicas y 6.700 consultas hospitalarias ¿Qué correlación tiene esto?".
Informativo de RTVE Madrid del 16 de mayo, en el corte 9 minutos 40 segundos, pueden verse las declaraciones que Gabriel del Pozo, vicesecretario general de AMYTS, realizó al respecto:

El diario sanitario SANIFAX del 17 de mayo, ofrece contrapuestas en su página 17 la información que le facilitó la Comunidad de Madrid, en la que se aprecia con claridad la intención del Ejecutivo madrileño de ningunear a los sindicatos convocantes, y la posición más equilibrada y ceñida a los hechos de AMYTS: