viernes, 31 de mayo de 2013

CONTRAPORTADA. "Profesionalismo médico", por Francisco Miralles Jiménez

Dr. Francisco Miralles Jiménez
La Medicina es una profesión dedicada a velar por la vida. Los médicos somos esos profesionales altamente cualificados que dedicamos nuestra labor profesional al mantenimiento de la salud de los ciudadanos. Somos los responsables de establecer un diagnóstico acertado basado en criterios científicos y de marcar las pautas de un tratamiento que mitigue el sufrimiento o sane la enfermedad que padece su paciente, con el que establecemos una relación de confianza y respeto mutuo, y en el que está centrado nuestro compromiso, por encima de cualquier otro interés social, económico, político o particular. El médico también participa en la prevención y la promoción de la salud.





La Medicina es, además, una ciencia que nunca duerme. Los avances científicos están en constante evolución y los facultativos tienen la obligación de estudiar y someterse a formación continuada a lo largo de toda su vida laboral, actualizando sus conocimientos y garantizando a sus pacientes que su grado de responsabilidad y competencia está siempre en los niveles de excelencia que se les exige. Y eso que también es la profesión que más años de formación requiere para poder dedicarse a ella: más de una década de formación académica y práctica clínica que dobla al periodo formativo de cualquier otro profesional de cualquier otro ámbito, aprendiendo a trabajar en equipo y adquiriendo los valores éticos que conlleva el ejercicio de de esta profesión.

Pues bien, nosotros creemos que una profesión tan marcada necesita de un profesionalismo también muy desarrollado. El conjunto de condiciones del ejercicio profesional exige que las organizaciones que lo representan sean fuertes e independientes y defiendan la identidad específica de un colectivo cuya labor afecta al buen funcionamiento del sistema sanitario. Un profesionalismo sustentado en la autorregulación profesional y anclado en la independencia de sus organizaciones (cada una desde el ámbito y competencias que le corresponda), que actúe cada vez más como un lobby para conseguir logros que no solamente beneficien al colectivo, sino también a los pacientes y, en definitiva, al conjunto de la sociedad, que es en definitiva a la que nos debemos.

El Médico está bien reconocido por los ciudadanos, como se encargan de poner de relieve cuantas encuestas de opinión pública se hacen al respecto. Pero para las administraciones y otras organizaciones y sindicatos somos unos privilegiados sobre los que está justificado que caiga la guadaña de los recortes. Es en este contexto donde CESM, único Sindicato Profesional Médico e Independiente a nivel nacional, encuentra su razón de ser, que es la de defender las condiciones laborales y económicas del ejercicio de la medicina, en el bien entendido de que sólo unos profesionales dignamente tratados, y con los mejores medios a su alcance, pueden brindar a los pacientes la atención que se merecen. La unión a la que alude el término desindicatoes ahora más imprescindible que nunca. Y dentro de ese ámbito, los Médicos de Madrid tienen su propio Sindicato profesional sólido e independiente, AMYTS, que debemos tratar de cohesionar con otras organizaciones profesionales médicas, especialmente con los colegios y sociedades científicas, cosa que, como antes decíamos, es bueno siempre que las competencias de cada una estén claras.

Una CESM con representatividad propia, que pueda estar en los ámbitos de negociación que sean necesarios, necesita sindicatos autonómicos como el madrileño, capaces de caminar sin apoyos que puedan condicionar o implicar el pago de facturas posteriores. De esta manera podrá y sabrá impulsar el profesionalismo médico de la mano de otras organizaciones, como ocurre en el Foro de la Profesión Médica, donde CESM está representada junto a los colegios médicos y las sociedades científicas, a fin de formar un trípode (al que se añaden además los estudiantes y los decanos de las Facultades de Medicina) que nos permita abrirnos paso por territorios siempre soñados pero muy difíciles de conseguir si no es con la unidad y determinación del conjunto de la profesión.

Nada que sea factible es imposible cuando hay detrás una profesión unida que sabe lo que quiere. Y el sindicalismo médico “AMYTS-CESM” no es otra cosa que la punta de lanza para avanzar en ese camino.

Francisco Miralles Jiménez
Secretario General de CESM

Francisco Miralles Jiménez (Bayarque, Almería, 1959), fue elegido secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) en el XI Congreso Nacional  celebrado en junio de 2012Especialista en Medicina de Familia, fue presidente del Sindicato Médico de Murcia con tal sólo 38 años, y tras un periodo dedicado a la secretaría de Acción Sindical, volvió a ser elegido para el cargo en 2004 y hasta la actualidad. Presidió también el Sector de Atención Primaria de CESM desde 2009 hasta junio de 2012. Es uno de los impulsores del Foro de Médicos de Atención Primaria.