sábado, 14 de septiembre de 2013

CON FIRMA. "Silencio y empecinamiento", por Ángela Hernández

Dra. Ángela Hernández Puente.
Esta semana es preceptivo escribir sobre la incertidumbre a la que la Consejería de Sanidad de la CAM nos ha sometido a los trabajadores de los seis nuevos hospitales durante estos largos meses. Porque quiero pensar que en dicha Consejería no ignoran que hay 5.200 profesionales sanitarios, de ellos la mayoría con contratos de carácter interino y eventual, pendientes de que quienes en teoría tendrían que ayudarnos en el desempeño de nuestro trabajo emitan al menos una posición clara con respecto a los plazos establecidos en la resolución de 20 de agosto de 2013, “Proceso de Movilidad Interna Voluntaria de personal funcionario de carrera, estatutario fijo, y laboral fijo de la Comunidad de Madrid adscrito a los Hospitales Infanta Sofía, Infanta Leonor, Infanta Cristina, Henares, Sureste y Tajo”. 



Lejos han quedado aquellas primeras declaraciones amparadas en la mayoría absoluta obtenida, que no en propuestas recogidas en programa electoral, en las que los hospitales se vendían, perdón, se externalizaban, vacíos de personal. Los meses de movilizaciones, el rechazo frontal de usuarios, profesionales, asociaciones, sociedades, colegios, sindicatos y partidos de la oposición dejaron en evidencia que la Consejería de Sanidad de la CAM acometía el “Plan de Sostenibilidad” en una soledad clamorosa y palpable. La Consejería tuvo que hacer piruetas para conseguir empresas licitadoras con la bajada inusitada, de las garantías a cuatro días de la finalización del plazo, camuflándolo de error. Logró licitadoras en un concurso en el que no hubo competencia. Y ante la oposición social y profesional, incluyó en los pliegos la obligatoriedad de ofrecer un empleo por parte de las empresas concurrentes al personal que presta servicios en esos centros.

 A principios de septiembre los profesionales sanitarios esperábamos impotentes noticias judiciales que nos evitaran el mal trago de entregar el papel en el que había que firmar: “Manifiesto mi intención de incorporarme a la sociedad concesionaria del Hospital … dentro del plazo previsto para ello, que finaliza el próximo 19 de septiembre de 2013”. Moviéndonos en terrenos novedosos nos llegaban noticias contradictorias de las diferentes asesorías jurídicas: no implica renuncia a nuestras plazas, tendrán que hacer una amortización, a lo mejor dicha amortización no se produce porque expresas a tu empresa (SERMAS) la voluntad de trabajar para otra (la licitadora de turno) y conlleva una renuncia implícita, “coletillas” que no estaba claro que sirvieran para algo o no (como la de entregar la dichosa hoja pero añadiendo “sin que implique renuncia de mi interinidad”)… ¡Indescriptible! ¿Y la alternativa? No hay alternativa, el desempleo en el contexto de crisis actual también ha llegado al sector sanitario. 

Atrapados en esta ratonera, llega la suspensión del juzgado número cuatro de los contencioso administrativo del día 2, respaldada por otra del día 11 por el TSJM, a los recursos presentados por AFEM. ¿Qué conviene hacer ahora?

Desde la semana pasada se han cursado requerimientos al Director General de Recursos Humanos del SERMAS por CCOO, SATSE y AMYTS para que suspenda la resolución del 20 de Agosto. Y de momento silencio por respuesta. La Consejería, empecinada en su vía privatizadora, perdón, externalizadora, se resiste cual gato panza arriba a emitir desde la dirección general de recursos humanos una directriz clara sobre los plazos, el más acuciante el del día 19. Planteado en mesa sectorial no se obtiene respuesta clara: actuarán conforme a las instrucciones que se reciban tras estudiar los autos judiciales. Es más, el director general de recursos humanos del SERMAS se permite darnos cifras: el 50% del personal estatutario interino y eventual ha pasado por registro el papel, y el porcentaje es aún mayor entre los médicos.

 Cuando los gestores de lo público, teóricamente elegidos democráticamente no cumplen sus funciones, convierten la mesa sectorial en un frontón donde, no nos equivoquemos, no se negocia sino que se impone a rodillo con la oposición frontal de la OOSS y no pueden o no quieren dar respuesta a la evolución judicial, ¿qué es lo que nos queda? La denuncia. Sacarles los colores una y otra vez y las que hagan falta, porque los cambios y la planificación que se tienen que acometer en el SERMAS no pueden seguir siendo a golpe de ordeno y mando.

 Y, hablando desde un sindicato profesional como AMYTS, no querría dejar olvidadas aquí la incertidumbre de los médicos que participan en las OPEs en marcha, o la impotencia de tantos eventuales cuya precariedad está siendo mantenida por la Consejería intencionalmente, para obligarles a “entrar por el aro” en cualquiera de sus decisiones.

Con dos suspensiones cautelares y más de 10 recursos pendientes de decisión por los tribunales, ¿de verdad creen que pueden seguir como si no pasara nada? Respétennos y dígannos a qué atenernos, dígannos qué tenemos que hacer los interinos y eventuales de los nuevos hospitales. La pregunta es tan sencilla que espanta su reticencia a contestar ¿se mantiene el plazo del 19 o se atienen a la suspensión cauletar y posponen dichos plazos?

Espero de verdad que este artículo llegue tarde y que en los próximos días se emitan instrucciones desde la Consejería en concordancia a los momentos judiciales que atravesamos. También me gustaría pensar que en un futuro se podrán reestablecer los cauces de diálogo y entendimiento necesarios y deseables, pero cada vez me cuesta más creerlo.

Ángela Hernández Puente 
Responsable sector de Atención Hospitalaria de AMYTS