La revista INTERVIÚ publicaba con fecha 21 de abril un extenso reportaje sobre las agresiones que sufren a diario los médicos, la mayoría en centros públicos de atención primaria.
Lesiones, amenazas, coacciones y vejaciones han sido una constante en los cuatro años que lleva funcionando el Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC), que ha registrado 1.714 agresiones a médicos en España y ha analizado 109 sentencias, en las que 39 casos fueron calificados como delito. “En algún punto se han llegado a considerar ‘gajes del oficio’, y no puede ser así”, sentencia en declaraciones al semanal Victoria Velasco, delegada de Prevención y Salud Laboral en la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS). “Es un tema pendiente y hay que potenciar el respeto al personal sanitario”, recalca. Los últimos datos publicados, que recogen las denuncias presentadas en 2013, reflejan una disminución del 15 por ciento, pero el problema sigue siendo grave.
De los 354 casos comunicados a la OMC, hasta el 18 por ciento conllevan lesiones y el 89 por ciento de las agresiones se producen en el ámbito público. El colectivo sanitario reclama que las agresiones sean consideradas delito de atentado en todos los ámbitos y que se tipifique como delito contra la autoridad.
La doctora Velasco, que se siente “afortunada” porque la mayoría de las agresiones que ha sufrido han sido verbales, considera, sin embargo, que estas “también son muy graves. Porque se acumulan y psíquicamente te destrozan por dentro”. A los 29 años vivió un episodio de violencia física que no olvida: cuando era aún residente y estaba embarazada, un paciente la abofeteó. El reportaje relata, asimismo, el testimonio de varios médicos de distintas regiones (Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana...) que han sido agredidos mientras ejercían su profesión en distintos ámbitos (centros de salud, a domicilio, hospitales), y que dejan constancia del trauma que supone pasar por una experiencia de este tipo.