domingo, 4 de mayo de 2014

CONTRAPORTADA. "Sindicalismo útil: Más necesario que nunca", por Juan Jorge González Armengol


Dr. Juan J. González Armengol.
Mucho ha llovido en Madrid en los últimos tiempos. Y algo ha quedado parece que claro. Hay una percepción, más bien constatación, del sentido e importancia que para una mayoría de los médicos de la Comunidad, dentro de los Centros de Gasto de gestión directa: la vinculación estable de sus puestos de trabajo. Madrid apostó en este sentido, hace años, por la vía estatutaria.

Personalmente me quedo con lo que me dijo un profesor en el colegio cuando le preguntábamos qué era mejor, si exámen test o pregunta larga: “niño, normalmente el que estudia saca buenas notas”. Dada la incapacidad endémica para poder medir y comparar que sufrimos como sistema, el tipo de vinculación (laboral o estatutaria) que sea mejor queda y quedará dentro de la opinión de la cada cual, únicamente.

Así que nos quedamos, dentro de la Ley, con la vía estatutaria. Bien, pues quedan deberes. ¿Y quién tiene que liderar estos deberes? Lo que marca la Ley: la Administración, específicamente los responsables de Recursos Humanos de la Consejería de Sanidad, y las organizaciones legítimamente representativas de los trabajadores: los sindicatos. Su legitimidad está avalada por el sometimiento periódico al sufragio de sus respectivos electores. Eso se llama democracia.

Entiendo que algunas decisiones tomadas en mesa sectorial, antes del lío, se pudieran interpretar mal en una mayoría de médicos. Lo dije públicamente y me ratifico ahora: siempre será mejor optar por una reducción de sueldo generalizada antes de que compañeros con situación laboral inestable sean despedidos. El contexto fue tremendamente complicado, pero aquí quiero felicitar tanto a la Administración como a Amyts y resto de sindicatos de la mesa, que optaron por lo primero. Salvaron puestos de trabajo necesarios. Y ese tipo de pactos se han tenido que hacer en muchas empresas, tanto del sector privado, como del público. Negociar entre empresarios y representantes de trabajadores es uno de los pilares de cualquier democracia, y debería quedar al margen de otros intereses, fuera de los laborales.

Porque la vía estatutaria tiene sus inconvenientes. Hay dos castas: la de los que tenemos “plaza fija”, y “la casta de los parias”, que no. Y dentro de la primera, la de los que no les importa lo que pase con los segundos, y la de los que sí nos importa. Esto agravado por situaciones eternas de permanencia en la segunda situación de años, y que generan un enorme sufrimiento, especialmente en situaciones como la que hemos vivido. Literalmente, les pueden echar. Viven en precario ellos y sus familias. Algunos servicios están compuestos por una mayoría de eventuales, o sea supuestamente fuera de plantilla, cuando en realidad están ocupando plazas estructurales.

Aprovecho la ocasión, que agradezco, que me da Amyts con esta editorial, para referirme a algo que creo conocer bien. Hay más de un 90% de “parias” en los Servicios de Urgencias Hospitalarios de la Comunidad de Madrid, entre ellos no pocos responsables de servicios. Situación única. Con una OPE convocada en 2009, irrealizable ante el irrisorio número de plazas y las bases de la convocatoria. En no pocos Hospitales no hay plantillas reconocidas. Eso es un error, sujeto al criterio de interpretación de no pocos profundos ignorantes de este mundo de la urgencia, con o sin responsabilidad. Y convierte a la Comunidad de Madrid en la excepción, en este caso en lo negativo, del Estado.

En la Comunidad de Madrid se atienden cerca de 2.700.000 urgencias en los hospitales cada año. La cobertura dada para esta atención abarca las 24 horas de los 365 días del año. Se trabaja mucho, y así seguirá ocurriendo. La apuesta de cobertura con estos servicios de la Administración madrileña en estos años ha sido clara y razonable. Son servicios relativamente jóvenes y que no han tenido apenas tiempo de tener vicios estructurales aberrantes. Tampoco nos lo proponemos. En otros foros ya explicamos y explicaremos qué tipo de pacientes utilizan estos servicios y por qué. Quede constancia aquí sólo de algo: el que quiera hablar de nuestros servicios, que trabaje en ellos, sobre todo si quiere marcar tendencias. Si no es así, que se estén calladitos. No queremos ni necesitamos tutelas. El que quiera tutelar que baje al ruedo y toree. Nos hacemos responsables de nuestro trabajo, con todas sus consecuencias.

Legitimidad en la representación, negociación, responsabilidad y conocimiento. Añadamos buena voluntad, que creo que la hay en las dos partes. Nosotros les ayudaremos en lo que quieran. Lo hicimos en las duras. También ahora. Quedan unos meses ya de legislatura. Sienten las bases del reconocimiento de lo que es una realidad irrefutable: los Servicios de Urgencias, en este caso Hospitalarios, plenamente integrados en el Sistema Sanitario madrileño y español. Hay documentos ya en la vía administrativa que marcan lo que se debe hacer (Plan Estratégico de los Servicios de Urgencias Hospitalarios 2011-2015), encajados en la realidad, no en el deseo. Desde el punto de vista laboral, reconozcan las plazas que son estructurales, conviértanlos en plazas vacantes, con sus respectivos interinos, y convoquen la oposición, o modifiquen las bases y el número de plazas de la ya convocada. Nos estamos moviendo en este caso concreto, por defecto y por tiempo, ya más en un proceso de consolidación que de concurso, similar a lo que ocurrió en territorio INSALUD en la OPE de 2001. Sienten las bases de lo que deben hacer desde ahora. Ya toca. Para este año o, previo reconocimiento y presupuesto aprobado por Hacienda, el que viene. Es y será eficiente. No les pesará.

Dr. Juan Jorge González Armengol
Presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES)