domingo, 25 de mayo de 2014

MUNDO PROFESIONAL. Investigar al píe de calle: estudio METOCARD CNIC

Dr. Alonso Mateos Rodríguez.
Siempre es una alegría que se produzcan avances en el tratamiento y la mejora de la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes, pero aún lo es más que esto se consiga con remedios "baratos" y, sobre todo, con la participación de compañeros nuestros, profesionales a pie de calle que han brindado su buen hacer a la consecución de tan magnífico resultado. 
En este espacio abierto a la actividad profesional de los médicos madrileños, que es la Revista Madrileña de Medicina, traemos a colación el caso de los médicos del SUMMA y de varios hospitales madrileños que han participado en el estudio METOCARD, liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares CNIC, que muestra la eficacia de un betabloqueante con solera en la mejora de la supervivencia y de la calidad de vida de los pacientes infartados, publicado inicialmente en Circulation y, tras un seguimiento de 6 meses, en la revista del Colegio Americano de Cardiología

Uno de los investigadores, Alonso Mateos Rodríguez, a quien agradecemos su colaboración, nos ofrece una reseña de dicho estudio, que ofrecemos a continuación. Tan sólo queda felicitar a todos los participantes, y esperar que, finalmente, el resultado de la investigación se transforme en beneficio real para los pacientes.

METOCARD CNIC: ENSAYO MULTICENTRICO CON LA COLABORACION DE UNIDADES DE HEMODINAMICA Y SERVICIOS DE EMERGENCIA

El ensayo METOCARD-CNIC es el primer ensayo de grandes magnitudes en el que participan unidades de hemodinámica de varios hospitales españoles y 3 servicios de emergencia: el SUMMA112, el SAMUR-PC y el 061 de Galicia. Para estos tres servicios ha supuesto entrar en la investigación de alto nivel de la mano de los profesionales como el Dr. Borja Ibáñez, que trabajan en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares liderado por el Dr. Valentín Fuster

El ensayo pretende demostrar la utilidad del metoprolol como fármaco que ayuda a reducir el tamaño de infarto si se pauta en los primeros instantes del tratamiento del mismo. Ha tenido un desarrollo de 5 años, en los que se ha escrito el diseño y protocolo del mismo, se han recogido los datos y finalmente publicado en la revista Circulation en el pasado mes de octubre de 2013. En síntesis, el ensayo ha incluido a 220 pacientes con infarto agudo de miocardio anterior que fueron aleatorizados a recibir metoprolol o nada como primera línea de tratamiento en las UVIs móviles. Un punto a resaltar del ensayo es que la aleatorizacion ha sido realizada por el Centro Coordinador del SUMMA112, concretamente por enfermeros destacados en la mesa de enfermería con una disponibilidad de 24 horas al día, 7 días a la semana (24/7). El uso de un centro coordinador de urgencias como herramienta de aleatorizacion es algo novedoso.

El objetivo principal del estudio fue valorar el tamaño del infarto mediante técnicas de imagen como la resonancia magnética. El uso de técnicas de imagen para la valoración y diagnostico de enfermedades isquémicas ha tenido un desarrollo importante en la ultima década, y es una de las vías de investigación mas prometedoras de la cardiología. Investigadores como Gonzalo Pizarro o Leticia Fernández-Freira son, pese a su juventud, verdaderos expertos en imagen en cardiología y coautores del ensayo.

El resultado final ha demostrado una mejoría clara en muchas de las variables, especialmente en el tamaño de la necrosis y el edema, mejorando la fracción de eyección en un porcentaje nada desdeñable. A esto hay que sumar los objetivos de seguridad secundarios, pero no menos importantes, que objetivan un beneficio en relación a la presencia de arritmias malignas en el grupo de pacientes tratado con el metoprolol.

Otro punto importante del trabajo es la ausencia de financiación privada de laboratorios, lo que es un punto fuerte del mismo al carecer de conflicto de intereses de empresas farmacéuticas. Además, el metoprolol es un fármaco antiguo que resulta muy barato. La caja usada en el tratamiento de los pacientes reclutados contenía 5 ampollas del fármaco y costaba 3 euros.

Todos estos resultados se han ido comunicando en distintos foros internacionales como son el congreso de la American Cardiology Society en marzo o el reciente European Resuscitation Council en mayo. Es de resaltar que, en ambos congresos, las comunicaciones relativas al METOCARD-CNIC fueron resaltadas entre las mejores presentadas, y galardonadas con premios. En el congreso de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias que se celebrará en Málaga en el próximo mes de junio también habrá un lugar para la comunicación del estudio. Así mismo, además de los resultados totales que fueron publicados previamente, se han enviado artículos con análisis de subgrupos a revistas de un factor de impacto muy importante como el Journal of de American College of Cardiology (JACC) o el Annals of Emergency Medicine.

A pesar de todo, estos resultados son solo preliminares, es necesario refrendarlos con estudios con mayor numero de pacientes en los que la variable a medir sea la mortalidad. Para ello, el CNIC y el SUMMA112 de forma especial están trabajando en el siguiente ensayo de similares características que está a punto de iniciar el reclutamiento de pacientes: el ensayo EARLY-Bami. Confiemos en alcanzar los mismos objetivos y en proporcionar a los pacientes con infarto el mejor tratamiento que podamos aplicarles, basados en evidencia científica española.

Alonso Mateos , médico del SUMMA 112, 

coautor del ensayo METOCARD-CNIC