domingo, 11 de mayo de 2014

SALUD LABORAL. “El brote de infección por virus Ébola”, por Mª Luisa Mateos Lindemann


Aún teniendo en cuenta que la curva epidémica de este brote de virus Ebola está en una fase descendente, hemos querido traer a nuestras páginas nuevamente el tema, por su posible repercusión en la salud laboral de los facultativos que puedan tener que enfrentarse a casos sospechosos o conocidos de infección por virus Ebola. Nuestra compañera Mª Luisa Mateos, responsable de la unidad de Virología del Hospital Ramón y Cajal y delegada de AMYTS en dicho centro, ha realizado para nosotros una breve revisión en torno al tema, que ofrecemos a continuación.




La infección por virus Ébola

Situación actual  
En 1976 se describió en Zaire, actual República del Congo, el primer brote conocido causado por el virus de Ébola (VE). Afectó a 318 personas de las cuales fallecieron la mayoría, 280. En este momento se pusieron de manifiesto las características más terribles de esta enfermedad: transmisibilidad muy alta a contactos, mortalidad elevada (88%), riesgo muy importante para el personal sanitario que cuida a los enfermos y ausencia de un tratamiento específico.

En los años posteriores se han comunicado otros brotes epidémicos por VE en distintas zonas de África y también se ha detectado la presencia del virus en algunos países cercanos al nuestro como Inglaterra y Rusia (infección en laboratorio), y Estados Unidos e Italia (monos importados de Filipinas). La mortalidad en estos últimos casos ha sido evidentemente menor por la atención médica recibida.

El brote epidémico actual fue anunciado oficialmente a la OMS por el Ministerio de Sanidad de Guinea el 22 de marzo de este año. Los datos oficiales son inquietantes, hasta el momento (1 de mayo, 2014) hay 226 casos confirmados en Guinea pero lo más preocupante es su rápida extensión a varios distritos dentro del propio país y a zonas limítrofes como Liberia, 35 casos, y a Mali y Sierra Leona donde hay sospecha de algunos casos pero están aún por confirmar (ver mapa).

Riesgo de que la enfermedad por VE llegue a España

El riesgo de que el VE sea introducido en nuestro país es mínimo debido a que es una enfermedad con una sintomatología muy severa, generalmente no compatible con viajes largos, periodo de incubación corto y con manifestaciones clínicas muy evidentes. Todo esto ocasiona que hasta ahora se considere que las epidemias de VE son limitadas en tiempo y espacio. Sin embargo, teniendo en cuenta varios aspectos epidemiológicos, existe la posibilidad en determinadas situaciones:
  • No hay vuelos directos a Madrid o Barcelona desde Guinea (si a París y Bruselas) pero una compañía aérea marroquí tiene vuelos Guinea – Barcelona o Madrid con parada intermedia en Marruecos.
  • Personal sanitario que haya atendido a enfermos y regrese a España durante el periodo de incubación
  • Paciente que inicie el cuadro clínico durante un vuelo a España
  • Traslado de personas con enfermedad por VE para recibir atención médica en España.

Datos clínicos y virológicos básicos

El VE pertenece a la familia Filoviridae, genero Ebolavirus. Incluye 5 especies diferentes que se han identificado en los distintos brotes. El actual está producido por la variedad EbolaZaire que está asociado con una elevada tasa de mortalidad.

El periodo de incubación es de 2 a 21 días. El cuadro clínico comienza de forma brusca con fiebre, dolor muscular, debilidad, dolor de cabeza y odinofagia. Al 4º o 5º día se complica con vómitos, fallo renal y hepático y los característicos síntomas hemorrágicos con hemorragias masivas internas o externas. La letalidad varía entre el 50% al 90% principalmente debido a que no existe ninguna terapia específica. Tampoco hay vacuna disponible actualmente.

Transmisión

La principal vía de transmisión es a partir de los enfermos a sus contactos (persona a persona) pero afortunadamente es necesario un contacto muy directo con sangre, secreciones biológicas en general (orina, leche materna, saliva, etc.) o contacto con tejidos y órganos. Una fuente importante de transmisión son los cadáveres de personas muertas por la enfermedad y se considera muy peligroso el manejo y lavado de estos en ritos funerarios.

La transmisión por vía sexual puede ocurrir hasta 7 semanas después de la recuperación clínica y no se ha documentado la transmisión aérea aunque no se puede descartar.

También se han documentado casos a través de animales vivos o muertos, monos, chimpancés, antílopes, murciélagos y probablemente otros aún no identificados. Los animales salvajes se consideran un reservorio importante en la cadena epidemiológica.

Actuación ante la sospecha

El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad actualiza regularmente unos Procedimientos de Actuación frente a casos sospechosos de enfermedad por VE. En ellos se define un caso mediante unos criterios clínicos (fiebre y al menos dos de los siguientes síntomas: mialgias, cefalea, odinofagia, vómitos y manifestaciones hemorrágicas), criterios de laboratorio (detección del virus o respuesta serológica) o criterios epidemiológicos (estancia en zona donde se han notificado casos, contacto con un caso en investigación o confirmado).

Cuando se cumplen cualquiera de los criterios exigidos, se pone en marcha la implantación inmediata de las medidas de control de la infección que fundamentalmente, deben contemplar 3 aspectos:
  1. Comunicación inmediata al personal sanitario responsable de la atención médica
  2. Aislamiento del paciente
  3. Medidas de protección de las personas que han tenido contacto (cadena epidemiológica)

Personal sanitario

Uno de los aspectos que más ha llamado la atención en brotes anteriores y en el actual es la alta transmisibilidad del VE a trabajadores sanitarios que atienden a los pacientes. En el brote epidémico que comenzó en marzo de este año, en Guinea, según datos oficiales, desgraciadamente hasta ahora, 26 sanitarios han contraído la infección con síntomas clínicos severos de fiebre hemorrágica y 16 han muerto.

En general, ante cualquier alerta epidemiológica, lo fundamental para una protección eficaz del personal sanitario es una información adecuada y el conocimiento y adhesión total a los procedimientos de actuación y normas de control de la infección (Ver Bibliografía. Procedimiento de actuación frente a casos sospechosos de enfermedad por virus de Ébola en relación con el brote de Guinea Conakry. Apartado 2.2.). Se pueden resumir en aislamiento estricto del paciente, uso de traje de riesgos biológicos, guantes, mascarilla y gafas protectoras sin olvidarse de las normas básicas de higiene de rutina como lavarse las manos después de tocar al paciente y extremar las precauciones con los deshechos biológicos.

El último caso comunicado en Guinea ha sido el 30 de abril y está en marcha la confirmación de laboratorio de algunos otros sospechosos. Por lo tanto, no se puede decir todavía que la epidemia se ha controlado pero se ha logrado que no se extienda a países vecinos como Mali o Sierra Leona. La clave del éxito en cualquier alerta epidemiológica es limitar el brote con una respuesta rápida de las autoridades sanitarias, evitar casos secundarios y conseguir una atención médica segura para el paciente y sobre todo, sin riesgos para el personal sanitario.

Mª. Luisa Mateos Lindemann, responsable de la Unidad de
Virología Clínica, Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid).



Referencias bibliográficas