domingo, 15 de junio de 2014

CON FIRMA. El Colegio de Médicos de Madrid entra en la U.C.I. por “fallo multiorgánico”. ¿Podemos hacer algo?, por Julián Ezquerra

ACTA SANITARIA publicó, en su edición del día 11 de junio, una tribuna de Julián Ezquerra, secretario general de AMYTS, que ante la crítica situación que vive el Colegio de Médicos de Madrid, plantea una “propuesta de tratamiento, en la que se impliquen todas las partes con interés en el Colegio, ya sean actuales dirigentes, miembros de candidaturas alternativas, “personalidades médicas” de reconocido prestigio, y cuantos deseen adquirir un compromiso:

Al igual que definimos el fallo multiorgánico como una alteración, generalmente secuencial, de dos o más órganos de nuestra economía, podemos definir lo que está sucediendo en el Colegio de Médicos de Madrid de igual forma. Fallo secuencial de los órganos de gobierno, de los órganos consultivos, de los órganos de control…..etc. Por ello el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid, el ICOMEM, ha llegado a la situación crítica en la que se encuentra y precisa de cuidados intensivos.

Hemos llegado a un punto en el que lo que comenzó con una penosa finalización de la anterior junta directiva y la posterior celebración de unas elecciones, en el trascurso de estos escasos dos años nos ha llevado a tal deterioro de la institución que precisa de intervenciones rápidas, efectivas, eficaces, y sobre todo carentes de protagonismos inútiles. TODOS somos el colegio y TODOS debemos aunar esfuerzos para sacar adelante este paciente crítico que está muriendo y que poco a poco nos empeñamos en dejar que así sea.

Quiero manifestar públicamente que he decidido dar mi firma para que se pueda convocar una asamblea general de compromisarios que permita “poner colorados” a todos los que están llevando al Colegio a esta situación.

El Colegio es una organización que nos representa, que nos tiene a todos como socios obligados y de la que no podemos sentirnos ajenos. Vemos cómo la Junta Directiva está enfrentada, hay dimisiones, enfrentamiento en los tribunales, repercusión en medios de comunicación, reproches mutuos, intervención a medias por parte de la OMC, expedientes, recursos, cruce de acusaciones, ….un sinfín de despropósitos que nos deja en una mala situación a los 40.000 médicos colegiados.

En ocasiones anteriores he manifestado públicamente cuál era mi opinión sobre este asunto, lo que me ha valido todo tipo de comentarios, unos favorables y otros muy críticos. Pero soy médico, creo en la profesión, creo en las instituciones que nos representan y, sobre todo, creo en mi libertad para expresar lo que opino, y hacerlo abiertamente y sin ningún tipo de reparo. También sé que, además de un médico más de los muchos colegiados, soy lo que algunos considerarían un representante cualificado de otra organización que también tiene su ámbito de representación. Pero lo que digo del Colegio se debe entender como una opinión de un colegiado más y, por supuesto, sin ninguna otra intención que la de alertar de la gravedad de la situación.

En este punto quiero manifestar públicamente que, a modo de protesta contra lo que está sucediendo y más allá de lo que se quiera interpretar en mi gesto, he decidido dar mi firma para que se pueda convocar una asamblea general de compromisarios que permita “poner colorados” a todos los que están llevando al Colegio a esta situación.

Tras una valoración de la situación y analizando el estado en el que se encuentra este paciente crítico, me atrevo a lanzar la siguiente propuesta de tratamiento, en la que se impliquen todas las partes con interés en el Colegio, ya sean actuales dirigentes, miembros de candidaturas alternativas, “personalidades médicas” de reconocido prestigio, y cuantos deseen adquirir un compromiso:

A.- Para el momento actual

Unión de esfuerzos para conseguir la finalización de este periodo vergonzoso y vergonzante de la historia de nuestro Colegio, mediante la convocatoria de la asamblea general extraordinaria de compromisarios que de forma unánime inste, o mejor obligue, a la dimisión de toda la Junta Directiva. Que nadie sea líder en este proceso, que el verdadero ganador de llegar la propuesta a buen fin, sea EL COLEGIO.

B.- Para comenzar a hacer posible un futuro realmente profesional para el Colegio y para los colegiados

Presentación de una candidatura conjunta a un proceso electoral que se convoque tras la desaparición de la actual Junta Directiva, con el siguiente y exclusivo programa electoral:

- Elaboración de unos estatutos nuevos, actuales, del siglo XXI, incorporando lo que determine la nueva ley de colegios profesionales, que sean los estatutos de todos los médicos y no los de la Junta Directiva de turno.

- Cumplimiento de la misión oficial del Colegio de elaborar un registro de profesionales actualizado, ágil, seguro, y sobre todo que sea útil, de tal forma que pueda dar respuesta seria desde la profesión a nuestras necesidades actuales y de futuro. Sin saber dónde estamos es difícil planificar el futuro. Este registro es muy importante, y debe estar bajo la única tutela y responsabilidad del Colegio profesional, nunca en manos de empresas que puedan utilizarlo en su beneficio.

- Realización de una auténtica auditoría externa que aclare todo sobre el Colegio: cuentas de ingresos y gastos, facturas, contratos de personal, contratos con empresas, ingresos atípicos, etc. Es decir, aclarar y conocer antes de iniciar un nuevo periodo de máxima trasparencia y publicidad de las cuentas y servicios del Colegio.

C.- Para dejar abierto el futuro

En el plazo máximo de un año, convocatoria de unas nuevas elecciones, participativas, que den inicio a una nueva etapa del Colegio, que sea capaz de hacer que los “socios obligados” sean a su vez los primeros encantados de pertenecer con orgullo a esta institución.

TODOS somos el colegio y TODOS debemos aunar esfuerzos para sacar adelante este paciente crítico que está muriendo y que poco a poco nos empeñamos en dejar que así sea

Posiblemente pido un imposible, pero hago un llamamiento a todos los que quieren que el Colegio cambie, que sea otra cosa, que sientan la necesidad de participar, que sean generosos y olviden sus intereses personales y sus rencillas previas, todo por el bien de una profesión que queremos y a la que deseamos lo que se merece: el mayor reconocimiento y respeto por lo que somos y lo que representamos para la sociedad. Si además de esto fuésemos capaces de hacer borrón y cuenta nueva sobre los temas judicializados, las querellas, las denuncias, los expedientes y entre todos lográsemos el objetivo sin heridos por el camino, mejor que mejor.

Seré utópico, pero la utopía también sirve para mover las cosas. Como decía Eduardo Galeano, escritor y periodista uruguayo: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”.

Y me quedo con esta frase de Mahatma Gandhi: “Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”.

Hagamos el esfuerzo y, si viene con resultado satisfactorio, tendremos doble victoria.
Julián Ezquerra Gadea,
secretario general de AMYTS