domingo, 6 de julio de 2014

EDITORIAL. "Si brotes verdes, carrera ya", por Gabriel del Pozo

Dr. Gabriel del Pozo.
Es de agradecer que nuestro Consejero de Sanidad, ya desde hace tiempo, aproveche cualquier ocasión para vanagloriarse de la excelente calidad de la sanidad madrileña. Y siempre ha puesto de manifiesto (tanto cuando era portavoz de sanidad en la Asamblea de Madrid del grupo Popular, como ahora, en calidad de Consejero de Sanidad de la misma comunidad) que una de las razones fundamentales de este hecho sean los profesionales que trabajan en la misma y lo poco que cobran en relación con sus colegas europeos.

También reconoció, en la primera reunión mantenida con él a los pocos días de ser nombrado Consejero de Sanidad, que en esta época de crisis los profesionales sanitarios, médicos en particular, han tenido un papel fundamental en las medidas de ajuste. No hay que recordar a nadie que los médicos, en los últimos años, han podido perder hasta un 30% de sus retribuciones, entre lo que les ha bajado el sueldo y lo que no han cobrado y debían haber cobrado (aquí entre otras cosas figura la carrera profesional).

La sanidad de la Comunidad de Madrid es referencia para todo el estado español, y ese puesto de honor se consigue gracias a unas buenas instalaciones, una buena utilización de las mismas y unos profesionales supercualificados. Las instalaciones, evidentemente, se pueden conseguir con dinero, pero la buena utilización de las mismas guarda una estrecha relación con la cualificación profesional. En Madrid somos pioneros en diferentes protocolos, abordajes quirúrgicos, terapéuticas específicas, etc. Pero lo más importante de esto es que, tras los pioneros, va el resto de los colonizadores generalizando estas técnicas, haciendo que nuestro nivel sea excelente. Es decir, para mí y, creo que en general, para la población a la que va dirigido nuestro trabajo, lo destacable es que el nivel del colectivo también es excelente. Nuestra atención hospitalaria es admirable. Pero esto tiene su origen en una envidiable atención primaria, donde incluyo los servicios de urgencia extra-hospitalaria (SUMMA 112 y SAR).

Parece, según nos cuentan los profesionales de la política (desde nuestro presidente de Gobierno, Sr. Mariano Rajoy, a sus ministros, entre ellos el Sr. Cristóbal Montoro), que estamos dejando atrás esta crisis. Se nos anuncian medidas de bajada de impuestos, se nos anima al consumo, se nos dice que España ha batido récord de turismo, que los españoles empiezan a volver a realizar viajes tanto nacionales como internacionales… En fin, que parece que se empieza a ver luz al final del túnel. Esperemos que sea la luz de salida del mismo y no aquella que dicen haber visto algunos a las puertas de la muerte.

También en nuestra Comunidad parece que se va observando lo mismo, y nuestro presidente, el Sr. Ignacio González, incluso comenta la posibilidad de bajadas específicas de impuestos en la misma.

Les ruego que nos permitan a los profesionales sanitarios ver también esa luz, que se nos empiece a permitir recuperar parte de lo perdido. No pido que nos den lo que no cobramos, sino que nos empiecen a pagar lo que debemos cobrar. Y aquí les exijo que pongan en marcha los mecanismos oportunos para que la carrera profesional deje la vía muerta en que, para una gran parte del colectivo de médicos, se encuentra.

Me permito citar a continuación la definición de “Carrera Profesional” según aparece en el BOCM de 7 de febrero de 2007, núm. 32, en su página 17: “La Carrera Profesional es el derecho de los profesionales a progresar, de forma individualizada, como reconocimiento a su desarrollo profesional en cuanto a conocimientos, experiencia en las tareas asistenciales, investigación y cumplimiento de los objetivos y funciones, tanto generales como específicas, definidos para cada uno de los miembros de las unidades, servicios, secciones y equipos en los que prestan sus servicios (Artículo 41.1 de la Ley 16/2003, de 28 de mayo, de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud) (Artículo 40.2 de la Ley 55/2003, de 16 de diciembre, del Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud) (Artículo 4.7.c. de la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias)”.

Por favor déjenles ejercer su derecho, que está perfectamente regulado. Estos profesionales son los que están manteniendo nuestra sanidad, tan admirada y envidiada por otros. No olviden que hay profesionales de atención primaria, fijos desde hace casi tres años, que no cobran las percepciones por Carrera Profesional. Los hay de atención hospitalaria en la misma situación desde hace dos años. Y en ese mismo saco van a caer los que acaban de tomar posesión de sus plazas en el SUMMA 112. 

Tómense las medidas que se deben tomar para que estos profesionales cobren ya. Si hay mejoría económica reconocida; si nuestra Comunidad se puede permitir una bajada de impuestos; si nuestra Comunidad, según palabras del portavoz de sanidad del grupo Popular en el Congreso, Sr. Mario Mingo, “es tremendamente solidaria y dadivosa con el resto del Estado Español, pues realiza un gran número de atenciones sanitarias complejas de otras Comunidades y no recibe un solo euro por ello”; no creo que no pueda comenzar el abono de lo que en ley corresponde. Y, es más, debido a la paralización de todo el proceso de Carrera Profesional durante estos años, yo pediría a nuestro Consejero de Sanidad que abra un proceso extraordinario para aquel personal que, en este momento, cumpla los requisitos, y se le aplique el nivel correspondiente a la antigüedad reconocida.

No permitan que se produzca una diáspora de nuestros profesionales por tener un mejor reconocimiento económico en otros sistemas. Recuerden que los medios se consiguen con dinero, pero los profesionales, que son los que optimizan la utilización de esos medios, necesitan formación y eso es tiempo.

Señor Consejero, recuerde sus palabras y aplique sus obras, y haga bueno el refrán del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha: “Las honestas palabras nos dan un claro indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribe”


Gabriel del Pozo,

vicesecretario general de AMYTS